sábado, 25 de febrero de 2017

La felicidad

Y para ti, ¿qué es la felicidad?


Hace tiempo que me hago esta pregunta, y el mismo o más que estoy buscando la respuesta. Se habla de ella en todo momento, pero muy pocos son capaces de definirla. Nadie se ha parado a pensar qué es realmente.
No hemos nacido con ella inscrita, pero sí programados para buscarla constantemente. Todas nuestras acciones están orientadas hacia la búsqueda del confort, el bienestar, la suerte, la alegría, la satisfacción… en definitiva, la felicidad.


No debemos considerarla un fin, pues no es una meta. De serlo, tendría un límite. Es una fuente inagotable, y justo ese rasgo es el que la hace mágica.
Produce que nos enganchemos a ella y nos adentremos en una gran carrera, pasando por diversos niveles en los cuales se hace más y más poderosa. Pues cuando la conseguimos en el primer nivel, vamos a por el siguiente de inmediato, sabiendo que la satisfacción al conseguirla va a ser mayor. El placer nos ciega, que pena que no sepamos apreciar esa ceguera.
La buscamos en cosas materiales que tienen un valor gigantesco para la sociedad. Adoptamos el modelo erróneo de felicidad que hoy en día se lleva por bandera.
Si preguntaras a una persona al azar, seguro respondería que le hace feliz un coche nuevo, el dinero, un aprobado...hasta ese punto hemos llegado, creer que el valor lo tiene un aprobado en vez de un aprendido.
Es que, ¿no nos damos cuenta de que estamos haciendo algo mal para pensar en este tipo de cosas al preguntarnos sobre un sentimiento tan importante?


Son las pequeñas cosas las que tienen en su interior la base de la felicidad. Búscala en un vaso de café caliente en pleno invierno, en la brisa del mar, en los rayos de sol en primavera, en esas sensaciones que creemos minúsculas sin darnos cuentas de que son enormes.
Las cosas más valiosas de la vida no podemos verlas, no nos percatamos de que las percibimos por los demás sentidos. Olvidamos la importancia del oler, tocar, escuchar, saborear. Es por eso que debemos aprovechar la ceguera que nos produce el placer y que hace que no dejemos de perseguirla, para dar la consideración necesaria a ese tipo de cosas que ignoramos y que son las que realmente tienen la esencia de la gran pirámide que es la vida.
Construye tu propia pirámide con pequeñas cosas que forman la felicidad como si de piezas de puzle se trataran, cosas sin las cuales no llegaríamos a experimentarla. Costará construirla, sí, pero valdrá la pena el esfuerzo para que sea fuerte y duradera. Que no se demore por cosas temporales.

Cierra los ojos y atrévete a sentir.






4 comentarios:

  1. Estoy totalmente de acuerdo en eso de que buscamos la comodidad, el confort...pero no nos damos cuenta que la felicidad está en todo aquello que nos hace estar agusto con nosotros mismos, en las pequeñas cosas. Creo que hay que salir de la zona de confort y abrir los ojos hacia lo que verdaderamente importa y nos va hacer feliz día tras día

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    1. Efectivamente Beatriz, es necesario reconocer que la sociedad nos inculca un falso modelo de felicidad. Descubrir el verdadero significado uno mismo, es una de las cosas más bonitas de la vida. Darse cuenta de que no necesitas mirar a tu alrededor, pues la contiene cada pedacito de ti.

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  2. Cuando he leído tu entrada han pasado por mi cabeza sentimientos encontrados. En principio afirmas que la felicidad no es una meta, pero acto seguido dices que cuando la consigues vas a más, ¿ si no es una meta como se puede alcanzar?. Otra cosa que me choca mucho es que afirmas que lo que nos hace feliz tienen que ser pequeños detalles lo que me lleva a pensar que , según lo que aprecio, da igual tener un coche, ropa, o una casa si puedes ir andando, en bata y vivir de ocupa ¿no?. Discrepo mucho cuando la gente afirma que la felicidad son los detalles. Para mí la felicidad es momentánea, como bien dices, pero también siento felicidad cuando mis primos se compran una casa porque tendrán donde vivir, cuando mi hermana se compra unas zapatillas porque es símbolo de que sigue ahí o cuando apruebo un examen y pongo fin a un temario. Esto no quiere decir que el café no me sepa bien o que no disfrute de ese minuto de cosquillas en un sofá, lo que quiero decir es que no debemos agregar connotaciones negativas a lo material sino que cada uno disfrute con aquello que le haga sentir vivo, libre, ya bien sea un coche, un café o una buena siesta después de comer con los amigos. Un saludo enorme, disfruto leyéndote.

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    1. Buenas tardes Arantxa.
      Cuando me saltó la notificación de tu comentario en esta entrada, ya sabía que escribías para criticar algún aspecto de ella.
      Déjame decirte antes de responder tus inquietudes, que no es agradable abrir un comentario sabiendo ya la finalidad de este. Como bien me has aclarado esta mañana, a ti en especial te gusta tener comentarios que generen debate, tienes que pensar que quizás a los demás no y tus comentarios en vez de motivar, pueden generar malestar.
      Está bien que seas crítica, pero no debes abusar de ello.
      En cuanto a tu primera duda, en el texto comento que la felicidad es algo infinito y no tiene un límite, la perseguimos constantemente y de ahí que nos adentremos en una red de niveles. Con esto me refiero a que cuando tú experimentas la felicidad en algún momento, siempre vas a buscar de inmediato otro que te haga experimentarla de manera más intensa. Pero insisto, este proceso es irremediablemente repetitivo. No dejamos de perseguirla jamás, porque no tiene meta.
      En cuanto a tu discrepancia, respeto por supuestísimo tu concepción de felicidad. Con darle prioridad a las pequeñas cosas me refería a no ser materialista en esta vida, pues con ello no hago alusión a cosas necesarias como un cobijo o calzado para poder andar, sino a cosas que se tienen por capricho y no por ser imprescindibles. Desgraciadamente, en la actualidad la mayoría de gente derrocha dinero en cosas que no necesitan pero que “se llevan”, sin actuar con madurez e invertirlo donde realmente merezca la pena.
      De todas formas, sigo dando prioridad a las sensaciones antes que a la satisfacción material.
      Un abrazo compañera, me alegra que te gusten mis posts.

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